por José Manuel Beltrán.
Hoy, de nuevo, nos adentraremos en un paraje natural, quizás uno de los más conocidos y visitados de España. Situado a tan solo veinticinco kilómetros de la famosa Calatayud, provincia de Zaragoza, podremos disfrutar del esplendor de este verdadero jardín de agua, mejor entre los meses de abril a octubre.
El largo Embalse de la Tranquera nos da la bienvenida cuando, por la A-202, llegamos a Nuévalos. Es este punto una de las cabeceras del embalse donde desemboca el río Piedra que después podremos disfrutar una vez dentro del recinto del monasterio. Nuévalos es una pequeña localidad que cuenta con edificios nobles y casas colgadas dentro de un armonioso conjunto. Os invito a una visita virtual del mismo, que espero que hagáis en persona, a través de su página web.
Muchos somos los que nos preguntamos qué es lo que pudo decidir a los monjes cistercienses, allá por 1.164, a dejar el majestuoso monasterio de Poblet por este recóndito paraje, un tajo perdido en medio de la nada. Pero, fuera lo que fuese, debemos agradecerles la construcción del mismo observando todavía en sus ruinas el gótico, el renacentismo y el barroco. Por desgracia, la desamortización de Mendízabal (1.835) provocó la desfiguración del templo, por medio de capas de yeso y cornisas, así como la decapitación de imágenes en plena revolución liberal.
Aún así, todavía se conservan en buen estado la torre del Homenaje, de planta cuadrada, todos los claustros inferiores y sus arcadas, la cocina y el refectorio así como la sala capitular y una parte de la monumental iglesia. En su cripta subterránea, desde 1.617, permanecen enterrados en riguroso orden de sucesión los abades del monasterio. Sin embargo, aunque de época ya posterior, el monasterio es conocido por su magnífica puerta churrigueresca que está considerada una de las mejores de su género.
Entre la mano del hombre y, la más importante, la del río Piedra este entorno se ha cincelado para disfrutar de una vida pacífica en contacto con la naturaleza. El río, talló rocas y produjo vegetación. El hombre, colocó barandillas, diseñó caminos, estanques y ….. la taquilla dónde pagar la entrada. Precios: adultos: 13,50; niños (4-12 años) y jubilados: 10 euros. Visitar la página web del monasterio, existe más información.
Nadie puede perderse en el parque. Todo el recorrido está muy bien señalizado y es muy fácil seguirlo. Verdad es que, en ciertos tramos, hay que andar con más cuidado por lo resbaladizo y húmedo del terreno. Son los caprichos del río Piedra que serpentea y juguetea a ser cascada y arroyo. Nada más iniciar el paseo (letreros con flechas rojas) nos sorprenderemos con el gran salto de la Cola de Caballo. La cascada, con una altura de 50 metros, se encauza por unas impresionantes paredes calizas. La foto, por supuesto, es obligatoria.
Anónimo escribió
enero 18, 2011
Me ha gustado mucho tu reseña y todo tu blog. La verdad sea dicha es que hemos oido hablar muy bien de ese lugar pero no he tenido la oportunidad de visitarlo. Con tus palabras me provocas al viaje.
Muchas gracias por lo bien que lo cuentas.
Ana Cifuentes.
una sonrisa escribió
enero 18, 2011
yo estuve hace unos años en el monasterio de piedra, desde luego es un lugar maravilloso para disfrutar de la naturaleza.
besitos ciudadanooooo por cierto ahora que tengo tiempo voy a ver si te preparo una ruta que hice y hago cada navidad, a ver si os gusta , me voy a poner a ello.
José Manuel Beltrán López escribió
enero 18, 2011
Hola Ana Cifuentes,
No lo dudes, visítalo pues merece la pena. Muchas gracias por tu comentario. Vuelve cuando quieras.
Hola sonrisa,
Eso está hecho. Ya estoy esperando la crónica que, por supuesto, será publicada indicando su autor. Ese era otro de los objetivos del blog. Vuestra participación para contar vuestros viajes y experiencias que servirán de ayuda a los demás.
Muchas gracias por tu comentario. Un beso, ciudadana viajera.
Nuria Gonzalez escribió
enero 19, 2011
Es un lugar fascinante y no me importaría repetir cualquier día de estos contigo por supuesto.
Besitos viajeros
Termalistas escribió
enero 7, 2016
El Monasterio de Piedra de por si es impresionante, por lo que merece la pena visitarlo si o si. Si además os gusta el termalismo, después de la completa reforma del Spa que hicieron en el hotel, es muy recomendable al menos hacer una noche y disfrutar de sus tratamientos.