El río, en su desembocadura al océano Atlántico, nos ofrece a la vista una muy peculiar formación de arena de varios kilómetros de extensión que conforma la denominada Flecha de El Rompido. Es obligatorio acceder a ella únicamente en barca para, una vez atravesado el río Piedra, encontrarnos con unas playas vírgenes sacudidas en su oleaje por el Atlántico y con una abundante riqueza en flora y fauna. Es así que es zona protegida denominándose Paraje Natural de las Marismas del río Piedra y Flecha de El Rompido. Un lugar idílico para reposar y disfrutar de la naturaleza.

Dispone de un total de 297 amplias habitaciones que varían desde los 37 a 71 m2, la mayor parte de ellas con vistas al mar y al río Piedras y, las restantes, con vistas al campo de golf. Totalmente climatizadas, eso sí, si dejas la puerta de la terraza abierta automáticamente se desconectará la climatización (ecología pura y dura), con camas amplias y confortables. Canal musical; acceso a Internet, secador, teléfono y minibar, aunque éste lógicamente hay que pagarlo por consumir.

Cuenta con dos piscinas exteriores, una de ellas para niños, así como un gimnasio y otra piscina interior climatizada. Las hamacas se distribuyen entre el propio solarium de la piscina y, más agradables, sobre bancales o terrazas totalmente ajardinados. En su spa, que disfrutamos, existe la posibilidad de variados tratamientos. ¿Los precios?: razonables acorde a la categoría del establecimiento.
 

Aún cuando existe un amplio espacio de parking la masiva afluencia de personas a este entorno pudiera aconsejar dejar el coche en el parking del hotel. El precio para los clientes es de 5€ por día.

Se trata de un hotel ideal para la familia, es decir, para los chavales. Poseen un buen programa de entretenimiento para adultos y con monitores específicos para los más pequeños. Existe una amplia posibilidad para el ejercicio sano de actividades: paseos en bicicleta (incluso eléctricas), golf, paseos a caballo, kayak, vela, voley playa, tiro con arco, petanca, etc..  

Cuenta con dos restaurantes, uno en el Beach Club Grill, al lado de la piscina, y El Olivo como principal, muy amplio y luminoso. La calidad de la comida, sinceramente, muy buena.

El hotel abre la temporada a primeros de marzo. No hago indicación de los precios pues estos, como es lógico, variarán según la temporada, pero sí, este ciudadano viajero os lo recomienda. Lo demás queda de vuestra parte.