Introducción.
Lanzarote es la isla más oriental y una de las más antiguas del archipiélago canario, aunque con una actividad volcánica reciente. Tiene una superficie de 845,94 km²,61 y una población de 147.023 habitantes. La capital es Arrecife, con 58.156 habitantes.
Destacan los volcanes de Timanfaya, que dan nombre al Parque nacional de Timanfaya, producto de las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736. El punto más alto son las Peñas del Chache, en el Macizo de Famara, con 671 metros. Toda la isla fue declarada Reserva de la Biosfera en 1993.
La principal actividad económica es el turismo, que comenzó a desarrollarse en los años 60 y 70 del siglo XX. En la isla nació el arquitecto y artista César Manrique, entre cuyas obras se encuentran los Jameos del Agua, el Jardín de Cactus y el Mirador del Río.
Además, al norte de Lanzarote se localiza el archipiélago Chinijo, formado por la isla de La Graciosa y los islotes deshabitados de Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste, islotes dependientes de la isla de Lanzarote.
La isla diferente
Poner el pie en Lanzarote es descubrir un paisaje volcánico de una belleza a la que nadie puede permanecer indiferente. Todo el territorio de la isla está declarado como Reserva de la Biosfera y en él destaca el parque nacional de Timanfaya, una muestra de la belleza de la naturaleza en su estado más puro y una visita imprescindible. Pero si Lanzarote es volcán, paz y silencio, también es arte. La obra del genial César Manrique, un lanzaroteño universal, impregna todo la isla. Su visión se refleja en la arquitectura de sus pueblos y caseríos pero también en los distintos centros que llevan su firma y que ofrecen una experiencia única por su originalidad y valía.
Las playas de Lanzarote, de arenas blancas y aguas turquesas, también son excepcionales. Y la misma capital, Arrecife, junto al puerto, con sus tiendas, cafeterías y animada vida local. Lo difícil es escoger.
(Fuente: islasalavista.com)