Texto y fotos por ©José Manuel Beltrán.

A veces, resulta muy interesante alejarse un poco del habitual casco urbano para disfrutar de una excelente comida. Este es el ejemplo que hoy os recomiendo y para ello nos tendremos que dirigir a Cancelada, barrio o pedanía de Estepona y a escasos 15 minutos, en coche, desde Marbella.

El local es pequeño, con un ambiente intimista. Dispone de 7 mesas, una de ellas circular, y el patio-jardín exterior, por el que se accede, tiene capacidad para otras 10, todas ellas vestidas con gusto y equipadas con pequeños detalles en su centro. La decoración, sencilla, ayuda a dar calidez al local.

Paco Lorente, lleva más de 11 años regentando “La Sal” continuando con el negocio familiar desde que se trasladó desde su Córdoba natal. Siempre con una sonrisa, no dejará de mimarnos y nos aconsejará para evitar excedernos en nuestra comanda, dado que sus platos son suficientes por no decir abundantes. “Siéntete como en tu casa porque aquí, lo que quiero es que disfrutes con la comida”, así es Paco.

Ofrece una no muy extensa carta, a la que hay que añadir siempre los platos de temporada, todos ellos realmente exquisitos. Sobresalen, como entrantes, el salteado de setas con beicon; el revuelto de pimientos de piquillo; unas excelentes berenjenas fritas con miel de caña; su salmorejo cordobés con una variante con bacalao ahumado; los huevos estrellados con pisto y jamón; el revuelto de morcilla con calabacín; su parrillada de verduras y un excelente paté casero con mermelada.

Elegir un plato principal, por lo bien recomendados que son todos, es bastante difícil. Si eres de cuchara, no lo dudes, unos buenos callos. Si eres de carne, yo me inclino por una maravillosa paletilla de cordero estofada a la cordobesa. Sin embargo, nuestro amigo Paco se ha hecho famoso también por sus hamburguesas, sí lo que oís. Prueba la de pato confitado, o la de buey a la plancha; sin  desmerecer el pollo frito en tiras, con salsa de cacahuete; el jarrete de cordero o su rabo de toro. Pero si lo que prefieres en un buen arroz, varias son las especialidades: arroz negro, arroz caldoso o la clásica paella.

El postre y la invención van juntos y revueltos en este restaurante. No se pierdan ‘after eight’ frío caliente (sopa de chocolate negro con menta), o el yogur oriental, ambos realmente sorprendentes; o la panacota, o su bizcocho con chocolate y helado.

Su carta de vinos también es interesante: Cepa Gavilanes, representando a Ribera; Sierra Cantabria, a Rioja o un Finca Bancales, originario de Cariñena.

Sin ningún género de dudas, visítalo, tanto tú como tus acompañantes quedaréis gratamente sorprendidos. ¿Cómo llegar? Enlace aquí